Oración

Padre Celestial, hace miles de años uno de tus hijos escribió: “Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna.” (Salmo 73.26, NVI) En un tiempo cuando desfallecen el cuerpo y el espíritu de muchos en esta nación y el mundo, acudimos a ti. En un tiempo cuando la vida normal ya no es normal, nos encomendamos a tu cuidado paternal, porque tú no cambias.

Fortalece nuestros corazones ante la amenaza formidable que se nos enfrenta, Señor. Recuérdanos que tu amor por nosotros en Jesucristo tu Hijo es eterno, y que aún si es tu voluntad sacarnos de este mundo, tenemos herencia eterna contigo en tu reino de luz. Qué esta crisis vuelva nuestros corazones hacia ti con fe en tu Hijo que es el camino, la verdad, y la vida. Él nos dijo que dejáramos brillar nuestra luz en el mundo para que más personas lo conozcan como Salvador. Utilízanos, Señor para hacer esto durante este brote de virus para que más personas tengan la esperanza eterna que ya poseemos. 

Señor misericordioso, con tu infinito poder te rogamos que sanes a los enfermos y protejas todas las personas sanas de esta enfermedad. Dales a los médicos y científicos conocimiento y sabiduría para descubrir más maneras de ayudar la humanidad para que se pueda superar esto. Protege especialmente a todos los miembros de nuestra familia de Divine Savior Church aquí en la Florida y en Texas, y a todos nuestros hermanos y hermanas de la iglesia nacional. 

Finalmente te pedimos que des sabiduría y prudencia a nuestros líderes nacionales, estatales y municipales, y a los líderes de todas las naciones, para que tomen decisiones que serán para el beneficio de todos sus ciudadanos. Impide los esfuerzos de los que se aprovecharían de este momento para estafar, robar o engañar a la gente por avaricia, y protege el sustento de todos, especialmente de los que trabajen en las industrias más afectadas por el pandemia. 

Oramos por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

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