Queremos ver a Jesús

16 de octubre | Queremos ver a Jesús

Muchas personas, incluidos los cristianos, no parecen conocer muy bien el Antiguo Testamento. Es posible que conozcamos algunas de las historias de la Escuela dominical. Pero más allá de eso, abandonamos los planes de lectura de la Biblia porque nos aburrimos cuando llegamos a Levítico. Puede ser porque no estamos viendo a Jesús en él. Y Él está allí. Desde el principio, comienza la batalla épica. Y necesitamos que Alguien venga y nos rescate y gane esa batalla por nosotros. Necesitamos un Hombre que se ponga en la brecha por nosotros. Un verdadero Rey. Y Él es el prometido desde el principio.

23 de octubre | Una bendición para todos

Vivimos en un mundo donde la gente cree que tienes tu verdad y ellos tienen la suya. Lo de ellos es lo de ellos, lo tuyo es lo tuyo. Jesús es para algunos, pero no para todos. Al principio de la historia redentora de Dios, ¡Él mostró claramente que Jesús sería una bendición para todos! ¡Jesús fue la bendición prometida a Abraham! No importa dónde creciste, cuál es tu nacionalidad, de qué religión(es) has sido parte, Jesús fue enviado aquí para todos. Para ti. Eso impacta y da forma a tu vida de maneras que te bendicen y bendicen a quienes te rodean.

30 de octubre | El Cordero pascual

Tal vez tienes vecinos que celebran la Pascua y te preguntas de qué se trata. Es una idea central en la Biblia y una gran parte del ritmo de adoración del pueblo de Dios. La fiesta original ayudó al pueblo de Dios a recordar cómo Él los libró de la esclavitud y la opresión. Año tras año, observaron esto para recordar aquello. Pero al mismo tiempo, estaban aprendiendo acerca de una liberación futura mucho mayor… sus corderos de Pascua apuntaban al Cordero pascual cuya sangre los salvaría para siempre. Los lazos entre los dos son imposibles de descartar. ¡Jesús estuvo allí todo el tiempo! ¡Nuestro verdadero Cordero pascual! ¡Cuya muerte nos liberó para siempre!

6 de noviembre | Puedes descansar ahora

Imagina tener que pagar tu deuda con la sociedad… tener que compensar todo lo que has hecho mal. Eso sería frustrante y agotador. El libro de Levítico nos muestra cuán agotador sería y cuántos sacrificios requeriría. Pero Levítico no fue puesto en la Biblia para agotarlo o desanimarlo de continuar con su plan de lectura de la Biblia… ¡fue puesto allí para mostrarle poderosamente la solución de Dios para todo lo que debemos! ¡De una manera hermosa y dramática, Levítico nos muestra cómo Dios nos va a dar descanso! ¡Justo en el centro de este libro está Jesús! Una vez que lo veas allí, ¡nunca podrás perderlo!

13 de noviembre | Para que podamos saber

No siempre somos buenos para recordar, por lo que necesitamos recordatorios. Nuestras aplicaciones de fotos y redes sociales ocasionalmente nos envían imágenes como recordatorios de lo que sucedió hace 5, 10 o 15 años. Ponemos fotos en la pared para recordarnos hermosos recuerdos. ¡Es importante hacer esto! Dios enseñó a su pueblo la importancia de recordar las cosas estableciendo recordatorios físicos o incluso dando ciertos nombres a las personas. Necesitamos recordatorios diarios de la gracia, el amor y la salvación de Dios, y Él nos los da en su Palabra. Mientras estaba salvando a su pueblo a través de un hombre del Antiguo Testamento llamado Josué, vemos a Jesús, nuestro Salvador, justo en el medio. ¡Un recordatorio de la salvación de Dios!

20 de noviembre | Dios está presente con nosotros

¿Con qué frecuencia te sientes solo en la vida? Más a menudo de lo que deberías. Dios dijo desde el principio que no es bueno que estemos solos. Él nos dio unos a otros para ser una comunidad de personas en la tierra. Y también nos prometió su presencia. A lo largo de la Biblia, vemos las muchas formas en que Dios nos recuerda su presencia. Especialmente la forma visible en que nos recordó su presencia en el Templo. Pero ese templo apuntaba a la última forma en que Él estaría con nosotros: en Jesús, el verdadero Templo. Y antes de irse, Jesús dijo que estaría con nosotros siempre. Como Jesús vive en nuestros corazones, ahora somos el templo de Dios, la presencia de Dios aquí en la tierra. ¡Porque Jesús está presente en nuestros corazones!

27 de noviembre | Un descubrimiento inesperado

Hemos escuchado historias sobre personas que descubren tesoros muy valiosos que estuvieron justo debajo de sus narices durante mucho tiempo. Simplemente no se dieron cuenta hasta que hicieron un descubrimiento inesperado. ¿Puede ser cierto eso de la relación que tenemos con el tesoro más valioso que tenemos en la tierra? ¿Ha estado sentado debajo de nuestras narices sin que nos demos cuenta? Estoy hablando de la Biblia. ¡La Palabra de Dios con la que Él se revela y nos da su buena noticia! Un rey del Antiguo Testamento descubrió este tesoro perdido y cambió su vida. ¿Por qué es la Palabra de Dios un tesoro tan valioso? ¡Porque queremos ver a Jesús! ¡Y Jesús ES la Palabra! Si no estamos en nuestras Biblias, nos estamos perdiendo a Jesús. Entonces nos falta la esperanza. Vamos a encontrarlo. ¡Él está allí mismo en la Palabra!

4 de diciembre | El Señor, nuestra justicia

11 de diciembre | Una y otra vez

A medida que llegamos al final de la historia del Antiguo Testamento, vemos cómo Dios nunca abandonó a su pueblo. Le dieron la espalda, pero Él continuó siendo clemente y misericordioso. Ellos fueron infieles pero Él siempre fue fiel. Cumplió todas sus promesas. Y eso es justo lo que necesitaban para llevarlos a confiar en su GRAN promesa: enviar a Jesús a este mundo. Durante la temporada de Adviento, necesitamos esta misma confianza de que Dios vendrá como lo prometió. Siempre lo hace, siempre muestra misericordia, una y otra vez. No abandona a su pueblo. Él nos guía. Él provee para nosotros. Y siempre está dispuesto a perdonar. Lo probó cuando cumplió su promesa de enviar a Jesús a nuestro mundo.

18 de diciembre | El Rey de reyes

Necesitamos un rey. El pueblo de Dios necesitaba un rey. Intentaron encontrar liderazgo, guía y protección en jueces y reyes humanos. Pero no funcionó. Cada uno hizo lo que estaba bien ante sus propios ojos. Necesitaban un rey. Esos reyes imperfectos señalaron al Rey que realmente necesitábamos. El rey David, en particular, como rey-pastor, era una imagen del rey que Jesús llegaría a ser. Toda la Biblia nos señala al Rey que necesitamos. Todas esas promesas se cumplieron cuando un ángel le dijo a María que tendría un hijo que sería nuestro Rey. Un Rey que reinaría en justicia para siempre. Este Rey nació en nuestro mundo, ganó la victoria sobre nuestro enemigo y se sienta en el trono de nuestros corazones y en el trono de Dios en el cielo para siempre. ¡Jesús es el Rey de reyes!