La genealogía importa. Los árboles familiares nos hablan de los valores y fortalezas. Podemos mirar a los miembros de la familia del pasado para comprender a una persona en el presente, especialmente su linaje en lo que respecta al liderazgo. ¿Qué pasa si el árbol familiar deja mucho que desear? ¿Qué pasa si hay debilidad, inmoralidad y descomposición allí? Este fue el caso con el árbol genealógico de la línea real de David y la familia gobernante del pueblo de Dios. Un árbol que parecía comenzar tan fuerte, se llenó de ramas débiles, enfermas y rotas. Sin embargo, Dios prometió levantar una rama justa en ese árbol. Uno que serviría bien a su pueblo, y esta rama justa es también tu Salvador justo.