¡Vamos a hablar sobre el sexo! Pero no va a ser una conversación vergonzosa ni embarazosa. A Dios le encanta el sexo. Él lo creó y lo diseñó para nuestro disfrute. A Él le gusta cuando disfrutamos del sexo tal como Él lo diseñó. Pero un buen sexo requiere esfuerzo. No es exactamente como lo representan las películas, la televisión o la pornografía. El sexo es un hermoso regalo de Dios que puede traer bendiciones increíbles, pero su poder también puede causar daño y dolor cuando se mal utiliza. ¡Aprendamos sobre el hermoso regalo del sexo que Dios nos ha dado!