Al concluir nuestra serie, “Bienvenido a casa”, nos enfocamos en Aquel que nunca nos falla: Jesús, nuestro Señor y Salvador.
Las mamás les dicen cosas a sus hijos y luego no las siguen. Papá hace promesas que no se cumplen. Sucede en todas las facetas de la vida. Excepto cuando se trata de nuestro Salvador. Ya en el Antiguo Testamento, Dios usó al profeta Isaías para predecir su llegada: “Y este es el nombre que se le dará: El Señor es nuestra salvación”. (23: 6) Ese es nuestro Salvador. Ese es el que merece nuestra alabanza. Nunca nos ha fallado. El nunca lo hará.