¿Cuántos de nosotros hemos visto publicaciones en línea que atacan a aquellos con opiniones políticas opuestas? Tendemos a evitar hablar de política porque sabemos lo rápido que este tema puede hacer que la ira surja, incluso entre cristianos. Pero, ¿cómo sería si amáramos a otros en la otra punta política? ¿Y si nuestro enfoque fuera menos acerca de demostrar nuestros puntos políticos y más sobre proclamar al Salvador que enfrentó la injusticia máxima para hacernos ciudadanos de su reino? Esta semana, exploramos cómo la gracia de Dios es la respuesta en nuestra cultura de partidismo divisivo.