27 de abril | Ten Una Piel Gruesa y Un Corazón Tierno

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Dejar que la luz de Dios brille mientras vivimos en este mundo oscuro puede ser bastante difícil. Al seguir a Jesús en un mundo que no lo hace, enfrentaremos oposición. Por eso necesitamos tener una piel gruesa si vamos a hacer lo que Dios nos llama a hacer. Pero también necesitamos un corazón amoroso hacia las personas. El amor movió a Jesús a hacer lo que hizo por nosotros, y es el amor por las personas lo que nos moverá a vivir nuestro propósito. Esta rara combinación de piel gruesa y corazón tierno se vio en la vida del Apóstol Pablo. Al mirar esta carta que él escribió, desde la prisión, a la gente de Filipos, podemos ver su corazón amoroso mientras ora con gozo por estas personas que llegaron a conocer y amar a Jesús. ¡Que Dios también haga nuestra piel gruesa y nuestros corazones tiernos!