Filipenses 4:13 podría fácilmente llamarse la versión cristiana de “Simplemente hazlo”. No hay nada que no puedas hacer si te lo propones… y confías en Jesús. Jesús hará posible lograr lo que pensabas que era imposible: vencer al cáncer, fundar una corporación Fortune 500 o ganar una medalla olímpica. Con Jesús a tu lado no hay límites. Pero la vida no es una victoria tras otra, ni siquiera para el fundador de una corporación de mil millones de dólares. ¿Qué pasa cuando no logramos lo que queremos? No necesitamos a Jesús como un mantra o un entrenador de vida, sino como un Salvador suficiente para librarnos del pecado, la muerte y el poder del diablo, y eso es lo que él es. Cuando dejamos de centrarnos en nuestros logros y en cambio en Cristo, podemos tener gozo y paz en los momentos más elevados de la vida, y especialmente en los más bajos.