Esperanza por definición requiere paciencia. No esperamos por las cosas que ya tenemos. María y José fueron el final de una larga fila de aquellos que esperaban pacientemente y anhelaban el cumplimiento de la promesa de Dios de enviar al Mesías del mundo. Si está esperando y anhelando, la Navidad es un poderoso recordatorio de que Dios sabe el momento justo para entrar en su vida y cumplir los anhelos justos de su corazón.