No tenemos lo que se necesita para salir del lío en el que estábamos. Tenemos miedo del costo. No queremos pagarlo. Creemos que podemos, pero no podemos. Solo Jesús puede. Y Jesús lo hizo. Jesús pagó el precio que no pudimos, no quisimos, e incluso ni siquiera queríamos pagar por todas las personas que caminan sobre la faz de la tierra. Uno pagó el rescate por todos.